26/7/17

¿Por qué me debo revisar los pies cuando tengo diabetes? [26-7-17]


¿Por qué me debo revisar los pies cuando tengo diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica y metabólica, que produce a largo plazo neuropatía diabética. Esto significa que la enfermedad ataca al sistema nervioso, es decir, directamente a los tejidos nerviosos que se encargan de hacernos sentir calor, frío, presión, dolor o placer.

En general los nervios afectados con más frecuencia son los de los pies. Muchos pacientes con diabetes crónica y neuropatía diabética tienen dificultad para sentir estímulos en los pies.

Por eso muchos médicos aconsejan el uso de zapatos cómodos y holgados, además de revisarlos antes de ponérselos, para evitar que tengan alguna basurita o piedras pequeñas.

Cuando tenemos los nervios intactos, nos damos cuenta inmediatamente si nos aprieta el zapato o si hay algo que estorba.

Pero si padecemos neuropatía diabética es más difícil sentir y si el zapato no es el adecuado o tiene algo que lastima al pie, puede dañar la piel, producir ampollas o incluso cortadas pequeñas.

Esto es muy peligroso en pacientes con diabetes, porque debido a su enfermedad el proceso de cicatrización es más lento y si no recibe el tratamiento rápido y adecuado puede presentarse una infección y en el peor de los casos llegar a tener gangrena, la cual es sumamente peligrosa y causa de muchas amputaciones de dedos, pies y hasta piernas.

De ahí la importancia de ir con el podólogo (especialista en los pies). La mayoría de los seguros médicos cubren estas consultas porque son para prevenir problemas mayores.

El podólogo debe revisarle los pies para ver si hay alteraciones en la piel, como por ejemplo si está demasiado seca, con lesiones o cambios de color (muy pálidos o morados).

También revisa las uñas (por si tiene alguna enterrada), verifica que no tenga los pies hinchados, mide la temperatura de los mismos y el pulso (que se llama pulso pedio y se toma en el empeine del pie). Así que, a cuidar esos pies; más vale prevenir que lamentar.

La información que usted recibe en esta columna no pretende sustituir la opinión de un médico. Si usted tiene preguntas específicas, consulte con su doctor.

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